AMOR QUE MATA.

Por culpa de un amor.
Me pensaba suicidar.
Ella me dejó por otro.
No la podía olvidar.

Tanto y tanto la quería.
Que sin ella en mi vida.
No  merecía vivirla.
Era una vida vacía.

Me tenía sorbido el sexo.
Desde marzo a febrero.
Y para darme más fuerte.
Se fugó con el cartero.

Sin cartero en el contorno.
Se fue la esperanza mía.
Sí escribía arrepentida.
Nunca la recibiría.

Cada día que pasaba.
Para mí era un martirio.
Por la noche y por el día.
Pensando en el suicidio.

Quería que fuera limpio.
Llevándolo a buen puerto.
No quería dejar rastro.
Que no apareciera el cuerpo.

Cerca de mí había un lago.
Su fondo era profundo.
Si te bañabas de noche.
Desaparecías del mundo.

Eso me dio una idea.
Sin pensarlo dos veces.
Allí me bañé desnudo.
Que me comieran los peces.

A punto de ahogarme.
No me sentía feliz.
Los peces fueron al cebo.
Empiezan por la lombriz.

Eso empezó a  molestar.
Al poco llego el dolor.
Quería salir del agua.
No pensaba en el amor.

Esto ocurrió en agosto
A las doce la mañana.
Me desperté empapado
Había meado la cama.