Celos tontos de mi mamá

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Un día se encontraron en mi casa Gregory y mamá.

Debí presentarlos. Gregory un amigo del club social.

María, mi mamá.

Para mi sorpresa, ella quedó deslumbrada por mi amigo (novio).

Mamá es menuda de piel blanca y suave. Muy simpática. Su cuerpo bien proporcionado es muy antojable por sus suaves curvas. Su edad 42 años muy bien llevados.

Gregory es morocho de cabello negro. Su estatura 178 y pesa 90 quilos. Sus gruesos brazos están cubiertos por muchos pelitos. Es de conversación agradable.

Esa mañana de sábado él estaba en mi casa intentando reparar la tostadora.

Mamá preguntó si él sabía cambiar el filtro del acondicionador de aire. Gregory respondió afirmativamente.

Acto seguido, ella agendó su número telefónico. Ese encuentro derivo en que volvieran a verse y hasta salieran a tomar café juntos. Mi sospecha fue que luego prolongaran el encuentro en un hotel. Una ola de tontos celos, sobrepasó los límites de mi análisis racional.

Compré una micro cámara con video y audio wifi.. Con el pretexto de ver como había resultado el cambio de filtro en el acondicionador; instalé la cámara en el dormitorio de mamá.

Ohh, sorpresa el lunes por la noche.

Oí conversar a mamá con alguien. No veía movimientos en el área de cobertura visual. Hasta que mamá se tiró sobre la cama, mirando el techo. Pero no estaba sola.

Dos manos grandes abrían su camisa y liberaban sus lindos pechos. Luego le quitó la pollera por sus piernas. La tomó por las manos y la sentó en la cama con los pies colgando.

Una verga imponente estaba junto a su cara. El hombre le sujetaba la cabeza para cogerla por la boca. Mamá apartó su boca de la verga que le producía arcadas e intento moverse de rodillas sobre la cama. Él la jaló por la tanga. Literalmente se la arrancó y tomándola por la cintura la atrajo hacia su pene. Penetró su vagina desde atrás, con una larga embestida. Haciendo golpear las nalgas en su pelambrera.

Ella gimió agitada. Yo veía su blanco culo golpear el pubis peludo de su amante. Él arremetía con estocadas profundas. Las manos grandes del hombre la sujetaban por las caderas fuertemente. Luego le propinó dos nalgadas con su mano abierta, marcando líneas rojas en la blanca piel de su culo.

Mamá se quejó. Quizás porque le dolieron las palmadas. Gemía y sus pechos se movían al ritmo de los envites de su amante. Él estando de pie junto a la cama, la mantenía ensartada en su falo. Luego acarició su ano y la sodomizó con el dedo pulgar.

Ella gritó : Ayy, NO así NO!!

Su amante gruñó y se tensó. La estaba llenando con su semen.

En ese momento mi teléfono acusó un mensaje.

Gregory ya venía para casa.

Apagué la función cámara y comencé a ponerme en forma para recibirlo. Ver en esa situación a mamá me excitó mucho y ya estaba deseando coger fuertemente con mi novio.

Besos Roberta


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