JUSTICIA INVERSA
El que fuera director de la Real Academia de la Lengua Española, Fernando Lázaro Carreter, en uno de sus agudos e instructivos "dardos" se refería al repudio que causaba entre la juventud la sexualidad de la madurez. Y lo hacía con algún matiz, tratando de profundizar acerca de si se trataba de una actitud moral, apoyada en la razón o era una respuesta airada a quienes se atrevían a invadir un campo supuesta y tradicionalmente reservado a la juventud.
Carreter ponía relieve que los jóvenes rechazaban ardorosamente aquello que para ellos era un comportamiento admitido y sin rechazo social alguno, el de la atracción y práctica de la sexualidad en las edades maduras, concluyendo que se trataba de "su" razón y "su" moral, "otra razón"; "otra moral".
En esta reflexión queremos plantear si, lo que late en el fondo último de la actitud condenatoria de los jóvenes hacia la práctica de la sexualidad en las personas de mayor edad, no es otra cosa que una muestra de rechazo hacia la posibilidad de la búsqueda del sexo por parte de sus propios progenitores o, tal vez, la forma en que los jóvenes aplican una especie de justicia inversa a aquellos que ejercían un control hasta punitivo de su emergente sexualidad en la adolescencia.
La moral y la razón, como parece que Carreter daba a entender, no es propiedad de nadie en cuanto a edad, no merece condena por manifestarse abiertamente.
Creemos que no se puede estar más de acuerdo.
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