¿Qué le gusta a mi esposa cuando se la cogen otros hombres? 3

Ya sea conmigo o con otros hombres, a mi esposa también le gusta quedarse desnuda mucho tiempo en la cama, después de coger... y se pone a acariciar al otro, a olerlo (le encanta el olor a piel mezclada con los olores del sexo; y la vuelve loca de placer sentir el olor del semen y del sudor del otro -no de suciedad, sino del sudor que brota al coger- y por eso se mete a oler y a chupar las axilas, los huevos y el culo... y los dos preferimos vergas, culos y axilas peludas... tanto en hombres como en mujeres). Le huele, acaricia y lame todo el cuerpo al otro... las piernas, los pies y se chupa dedo por dedo... se prende a mamar y a morder los pezones... y restriega su cara en los huevos y la verga del otro... y se goza con el olor a sudor y semen y al jugo de su panocha que le quedó en la verga y los huevos al otro... Y si le metieron los dedos de las manos en la panocha o el culo o le sobaron las axilas sobadas, se pone a lamer los dedos que tienen ese delicioso sabor y olor. Y cuando besa lo hace con mucha lengua y saliva... y le encanta el sabor de la saliva de otros hombres y mujeres. Y restriega todo su cuerpo en el del otro... aplastando sus pechos, restregando su pubis peludo y abre las piernas para sobar su panocha en el muslo del otro... y si se calienta mucho, se pajea restregándose en su muslo (mejor si es peludo) y se viene una o dos veces así... y hace que el otro, aunque ya no esté tan caliente, le agarre las tetas y le apriete y pellizque y jale los pezones y los chupe. Adora ver sus pezones enormes y oscuros dentro de la boca del otro... y también ella le pone su brazo levantado en la cara y le "ensarta" su axila peluda y hace que la huelan y la chupen.

También ama sobar las nalgas de los otros... y si son peludas mejor. Y tocarles el ano... y sentir su textura... y mete su cara para oler y mamar el culo... y mejor si también es peludo y oscuro... Porque no nos gustan los hombres rasurados o depilados... nos gustan naturales... y si las mujeres no se depilan o recortan el pelo del coño y no se rasuran las axilas, nos volvemos locos de placer. Si una mujer se depila o se recorta el vello púbico o se rasura las axilas, pues nos aguantamos... pero le decimos que si en el futuro nos puede complacer con nuestro fetiche... y si dice que no, pues no es como para evitar coger con ella, pero nos sentimos un poco "frustrados" por lo mucho que nos gusta. Coger con una mujer depilada es como que "falta algo". Ahora si un hombre está depilado o rasurado (ya sea de la verga, los huevos, el culo, las axilas o el pecho o todo el cuerpo) le decimos que para coger con nosotros no lo debe hacer... y que se meterá en nuestra cama hasta cuando le vuelva a crecer el pelo. Odiamos a los hombres rasurados o depilados del cuerpo. Tenemos la seguridad que rasurarse o depilarse el cuerpo tiene relación directa con un complejo narcisista, complejo de Peter Pan o incluso de pedofilia. Y eso no lo aceptamos para nada.

Y tanto a mi esposa como a mí nos encanta quedarnos con el olor y el sudor en nuestros cuerpos después de una buena sesión de sexo, especialmente si fue con otras personas. De esa forma podemos seguir sintiendo y recordando todo lo que hicimos y nos gozamos con el olor (También amamos que mi esposa y las otras mujeres nos den sus calzones usados, y mejor si los han usado por varios días y el olor a su coño y culo están impregnados. Tanto mi esposa como yo adoramos pajearnos oliendo esos calzones. De los hombres no nos importa tanto pedirles sus calzoncillos... porque generalmente huelen más a orina rancia que a verga o huevos, Y cuando las sábanas de nuestra cama quedan apestosas a sexo, no las cambiamos por varios días... o las guardamos para seguir oliéndolas y cogiendo en ellas o pajeándonos con su olor). Y por el olor y el sabor es que nos gustan más las vergas sin circuncidar (limpias pero con olor natural a verga... olor que no tienen tan profundo las vergas sin prepucio). Mi mujer ama mamar vergas... y yo también. Y es una experta. Yo también. Las lame como que si fueran helados, chupa el glande, adora el precum y se las mete en la boca tanto como puede. Y también le fascina lamer una verga que ha estado metida en una panocha o en un culo (de ella... o mejor si es de otra mujer)... y sentir el sabor y el olor del otro coño o culo y dejar la verga llena de saliva y que el hombre la vuelva a meter en el otro coño o culo... y repetir ese ciclo cuantas veces pueda.

Y por supuesto, como ya lo he contado otras veces, adoramos las lluvias doradas. Tanto orinar a otros como que nos orinen. Y mi mujer se pone como fiera en celo al sentir que una verga la moja con su orina caliente y amarilla... y la orinan en la cara y ella abre la boca y traga todo lo que puede... y sentir cómo la orina corre por sus mejillas, cuello y le llega a las tetas y también le empapa el estómago, las piernas y se empapa la panocha y sus pelos quedan mojados de la orina... del otro hombre o de la otra mujer. Y es que nos gusta más que nos orinen que orinar.

Y si tenemos que bañarnos después del sexo, lo hacemos todos juntos. Bajo el agua caliente. Y nos sobamos, besamos, chupamos, metemos mano y hasta cogemos bajo el agua de la regadera si nos calentamos lo suficiente. Y mi mujer ama echarle jabón al otro hombre o mujer, y sobarle todo el cuerpo y sacar mucha espuma... y que también a ella la "bañen"... y le dejen los pechos llenos de jabón y la panocha cubierta por espuma... y le soben el culo con el jabón... y que con los dedos resbaladizos por el jabón, se los metan entre el ano mientras le jalan los pezones, o la besan o le meten los dedos o las vergas en la panocha.

Así que sí, como lo he dicho muchas veces en mis otras historias. Somos degenerados. Somos calientes. Y nos damos gusto cogiendo.