Cuando se abren los cielos y se vierten en la Tierra la bondad de Dios, cuando nosotros, los humanos pensamos que fácil es sacar una sonrisa y alisar las arrugas de la frente, arrugas que cuentan historias de vida, cuando los adultos se vuelven niños y los niños se vuelven angelitos, ya sabemos que ha llegado la Magia de la Navidad.
Que seamos mejores, que regalamos sonrisas una vez con lo que envolvemos en cajas grandes, o no tan grandes, que tengamos los mejores pensamientos y sentimientos, hacia nosotros, hacia nuestros prójimos.
Cada año pensamos y decimos lo mismo y cada año las mismas palabras cobran más sentido, como si fuera por la primera ves que las oímos, que las decimos.
No nos cansamos de decir lo mismo y todo parece nuevo, una novedad que mueve el mundo.
Las palabras clave: alegría, sonrisa, bienestar, hacen buena pareja con regalo, adornos, comida.
En definitiva, es lo que merecemos al final de un año de trabajo, cansancio, preocupaciones.
Cada año hacemos, decimos, cantamos lo mismo y cada año la Navidad es la feria de las ferias.
La fiesta más esperada, más querida, inolvidable.
Toda la gente (en la Tierra) a oído y sentido de Navidad*. Todos, conocen a Papa Noel.
Los quienes quieren cobrar dinero (fabricantes, comerciantes, transportistas, etc), se alegran igual con los quienes lo quieren gastar.
Los que gastan, lo hacen alegres.
En esta “complicidad” de la gente, gana la alegría.
*Toda la gente del mundo civilizado. En mi ilusión por la Navidad, me olvido que hay un mundo civilizado, un tercer mundo, etc.) Esto es un tema para debatir en otro día (no en Navidad).
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Hace unos días, ordenando a mis cosas, he encontrado un tipo de folleto/revista, de un sitio que, hace muchos años, he ido y me ha encantado: el monasterio la “Corte de Argesh”. (Era una Semana Santa). Lo que me sorprendió en ver dicha revista, a sido ver unos datos, que parecen la historia misma. Se construyó entre los años 1514 – 1517.
Exactamente con 400 años antes del nacimiento de mi “madre” (por su parentesco, mi abuela), en 7 de enero de 1517, se acabó de construir.
Con el paso de los años, el monasterio se ha deteriorado, así que necesitaba renovación. Se ha renovado, conforme una estela allá presente, en 1793.
Es un monasterio de una rara belleza.
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El impulso de escribir y la ilusión del arte expresado mediante palabras, nace de la misma razón de existir. El autor disfruta en tocar la punta del lápiz con un papel, mientras que una persona con mucha imaginación, la vive como si es parte de su propia razón de vivir.
Un día he pensado en dejar de subir algún relato en esta página. Me lo pensaré. Y esto, no es que me quejaría de la página o alguna cosa al respeto. Sencillamente, porque he sentido esto. Cabe la posibilidad de borrar todo el contenido de la página. De todas maneras, debo agradecer a los que dedicaron parte de su tiempo para leer los relatos que he subido. Más agradecimientos, aún, a los que dejaron algún mensaje, al relato en el que más “cosas” encontraron parecidas a ellos mismos. Aunque, tal vez, no los he entendido exactamente.
Y, como que la vida es mi mejor fuente de inspiración, os voy a contar una anécdota, que pasó recientemente.
Tengo una cuenta de youtube, de la cual estoy bastante orgullosa, tanto por el numero de seguidores que por los videos.
Siempre hay alguien que se emociona y que dejan un mensaje al video que más le ha despertado la imaginación. Recientemente, he subido muchos “shorts”, relacionados con la Navidad. A uno de estos, alguien ha dejado un mensaje en un idioma desconocido.
Normalmente, los humanos, nos echamos para atrás frente a cosas, objetos, animales, etc, que no conocemos. Para ser sincera, el texto me parecía bastante extraño. El miedo (de que?) se acogió en mi mente. Por un momento, pensé en borrarlo. Pero, como quitar algo solo por no saber que es? Así, sin más? Sin darle alguna oportunidad? Que clase democracia es esto?
Después de vencer mi miedo, al decidir traducirlo….
(confío en que Google lo ha traducido correctamente)
me ha saltado la risa. Mi miedo era totalmente injustificado. Era uno de los más bonitos mensajes (tal ves el mejor) que he recibido, tal ves uno de los más bonitos mensajes expresando los sentimientos hacia Navidad…
Pienso que la persona se merece no un simple agradecimiento sino, merece que se entera el mundo de la nobleza de su pensamiento, de la sensibilidad de su alma.
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Hace treinta anos (1995), el Universo cambio su movimiento, los planetas cogieron otro rumbo, las estrellas empezaron a brillar más fuerte.
La alegoría: el principio del fin.
El nacimiento de Jesús Cristo es el día 25 de diciembre y la muerte (materia orgánica) de mi madre (abuela), en el 26 de diciembre.
Empezó una nueva vida en 10 de septiembre (cerca de un monasterio de montaña: Sinaia), para ver la luz en 10 de junio del siguiente año, y acabó otra, a casi 79 años de edad.
La alegría por saber y ver la vida que se formaba en mi y la tristeza por finalizar una vida a cientos de kilómetros de distancia. Y, era exactamente la vida de la persona cual hizo posible mi supervivencia, con todo lo que sucedió desde mi nacimiento.
La estafeta ya está pasada...
Estos días, estrechamente ligados, me llenan de lagrimas cada año: lagrimas de alegría y lagrimas de tristeza...
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