5 centimetros por segundo

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5 centimetros por segundo



La ciudad despierta tras una noche de somníferos aullidos sin nadie en sus arterias. El hielo se incrusta aún en las aceras y las chimeneas gritan por un poco de calor. Judith mira por la ventana acostada desde su cama, no ha podido dormir por miedo a despertar. Varias lágrimas resbalan por su rostro desdibujado. Una por cada lamento y maldición. Pasa su mano por su faz intentando buscarse pero sin fortuna. Hace tiempo que la vida la olvidó en un rincón y el azar la traicionó.

Con un poco de esfuerzo logra levantarse, de camino al baño tropieza con una foto que se encontraba en el suelo y cae. Una lágrima más. Al intentar coger la foto se corta con los cristales del marco y palidece ante la imagen que tiene delante: “Sueños rotos...os llevasteis mis pinturas”- susurra con voz temblorosa mientras la tira con desgana. Logra llegar por fin al baño y se mira en el espejo pero no logra verse, solo es un espectro en la realidad.

Sin darse cuenta de que tiene las manos manchadas de sangre intenta dibujar su silueta muy lentamente, al ver sus rasgos de color muerte adivina un arco para marcar una tétrica sonrisa en el improvisado cuadro.

Se quita lo único que llevaba puesto, unas braguitas albinas, y entra en la ducha. Abre el grifo del agua fría y nada más, su rostro anclado en el firmamento. Cascadas de soledad y ríos de rojiza pena, mucha pena. Se viste solo con unos pantaloncitos, una blusa blanca y sale a la calle. Lleva consigo una carta que tira al primer buzón que encuentra.

Descalza, siente que sus pies abandonan sus sentidos, pero no le importa. Tiritando de frío se dirige al escenario, un acantilado próximo a su casa. Tarda un buen rato ya que va con paso forme pero pausado. Por el camino va cerrando los ojos de vez en cuando mientras eleva su rostro. Sopla una ligera brisa, lo suficiente para mantenerla con vida.

Y por fin llega, casi al mismo tiempo que el sol. Y ante si la nada. Eleva su mirada una vez más y sonríe, el aire sopla con fuerza desde su reverso. Y como si la cogiera de la misma mano la acompaña como una madre ayuda a su hijo a dar su primeros pasos. Deja de sentir la tierra y...



Querido mundo,



Solo quise saber a que sabe tu piel, a descubrir los secretos que me escondes. Solo quise querer engañarme a mi misma, enfrentarme a mi corazón con la razón de mis sueños y quererte. Solo quise luchar hasta perder las fuerzas y alcanzarme una vez. Pero... pero me lo pones muy difícil. No te gusto y jamás lo haré, cada vez que me bato en duelo contigo acabo perdiendo y ya me estoy cansando, cansando de que mi pincel no pinte, que mis palabras acaben en un tarro al vacío y que mis acciones no sirvan para nada más que hacerte reír. Tengo derecho a perderme, a encontrarme, a creer que hay algo mejor que tú. Me lo arrebatas todo sin piedad, a mis amantes, a mis inseparables, a mi sol, mi luna ,a mi horizonte... No quise soñar para no separarte de ti ni un instante pero no ha sido suficiente, me rechazaste.

Me voy, caeré como caen los pétalos de los cerezos. Me llevaré conmigo todo lo que no puedes quitarme y así te derrotaré ante tus propios ojos. No lloraré mañana, te dedicaré mi última sonrisa porque no estoy enfadada contigo, ni conmigo... La vida me ha dejado escapar y ahora soy libre.



PD: Me llevo el viento conmigo.


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