Denunciar relato
    				    
    				    	    						
    					
    				
                    			
			
		Tengo sentado frente a mí en el metro a un chino que lleva unos pantalones seguramente tan cómodos para él como finos y explícitos para los demás.
La tela marca perfectamente la forma de unos testículos y un pene que reposan sobre el móvil que ha dejado entre las piernas.
Cada vez que lo coge para comprobar sus mensajes, la zona en cuestión se mueve como un flan.
Y no digo más.
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