Las apariencias engañan (4ª parte)

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Javier recorre la ciudad a toda prisa, va dirección al instituto superior de diseño, sin saber muy bien que hace, llega a la zona y empieza a buscarla a través de los cristales ahumados de su casco, ve muchos grupos de chicas, de chicos entrar y salir, pero ella no está, se pone muy nervioso, no sabe que hacer, donde buscar. Tal vez ya está en su casa y simplemente tenía mala cara. ¿Por qué este estado de nervios?- Javier se pregunta. ¿Qué me está pasando?- Parezco idiota-se repite. Sigue mirando de un lado para otro cuando algo le llama la atención, es ella, está sentada en la parada del autobús; para la moto en la acera de enfrente, es una gran avenida y sabe que desde donde está el, ella no lo verá. Se queda allí mirándola por el espejo retrovisor de la moto. Ella está sentada, mira al frente, no se mueve, no habla con nadie. Javier sigue mirando, cuando se da cuenta que de frente llega el autobús, le alivia saber que pronto ella podrá estar en casa descansando. En ese mismo momento Javier nota que le dan unos golpes en el casco, sobresaltado gira la cabeza y ve a Begoña enfrente de el con los brazo en jarras. Javier se levanta la visera del casco.

-       Hola – dice Javier sin demasiado interés.

-       Hola, ¿qué narices haces aquí? – le pregunta Begoña enfadada.

-       Nada que te importe -le responde con tono cansado y mirando disimuladamente por el retrovisor, el autobús está parado en la parada.

-       ¿me vas a decir ahora lo que te pasa con Lucía?- le increpa Begoña – y no me digas que nada y que estás aquí por casualidad. Que no me chupo el dedo.

-       No me pasa nada, te he dicho ya – contesta casi furioso, sigue mirando por el retrovisor y ve como el autobús se aleja y el se relaja, preguntándose mentalmente, por qué ha reaccionado de esa manera.

-       Vale – dice Begoña también enfadada – vete a la mierda.

-       Perdona Bego- dice Javier notablemente mas relajado – no se que me ha pasado. Javier mira en ese momento otra vez por el retrovisor, se sobresalta al ver que Lucía sigue sentada en la misma postura, en la parada. – joder – dice dejando la moto ahí mismo, sale corriendo, cruzando la avenida casi sin mirar.

-        Pero que narices haces- Le grita Begoña- no entiendo nada- se dice a si misma.

 

Javier atraviesa la avenida con el corazón en un puño, llega a la parada de autobuses sin aliento. Lucía está sentada apoyada en la parada del autobús, parece dormida. Se agacha delante de ella, la zarandea para intentar despertarla. – Lucía, ey, despierta – le dice con mucha dulzura, pero ella no responde. Javier no sabe que hacer, está muy nervioso, Begoña llega corriendo a la parada.

-       ¿Qué le pasa? – pregunta asustada.

-       No lo sé, creo que se ha desmayado. Dice Javier sin mirarle, mientras sigue intentando despertarla – Llama a una ambulancia por favor.

-       Si, ahora mismo.

Begoña llama a la ambulancia, le dicen que en diez minutos estarán allí, Javier está muy asustado, se ha sentado al lado de Lucía, sigue intentando despertarla. Begoña ve la escena y entiende lo que pasa.

En nada está allí la ambulancia, Javier no sabe donde meterse mientras los médico intentan reanimar a Lucía, se muere por saber lo que le pasa, pero en cuanto se da cuenta de que Lucía está reaccionando le pide a su amiga que sea ella la que acompañe a Lucía al hospital.

 

-        Bego, avisa tú a Carlos… y por favor, no le digas que yo he estado aquí- dice Javier nervioso y caminando hacia atrás, quitándose de la vista de Lucía. 

-       ¿Y eso por qué? – Begoña le mira sin entenderle.

-       Porque te lo pido como amigo y se que no me vas a fallar – dice girándose hacia ella y mirándole a los ojos fijamente.

-       Javi, no es nada malo estar aquí y se que te mueres por ir con ella.

-       No saques conclusiones tan rápido y cuando sepas algo por favor, llámame -contesta Javier que ya está caminando hacia su moto.

-       Está bien, como quieras- dice Bego, caminando hacia la ambulancia y observando como su amigo se aleja.

 

Begoña se acerca a la camilla, Lucía se está despertando, está muy desorientada. Los médicos informan a Begoña que posiblemente sea una bajada de tensión y que no será grabe, pero que la llevarán al hospital para que le puedan hacer todas las pruebas necesarias. Begoña les dice que es su amiga y que ella se ocupará de avisar a sus familiares. Meten a Lucía en la ambulancia, Begoña se sienta al lado y se marchan.

 

Desde la acera de enfrente Javier observa todo lo que pasa, el corazón se le sale del pecho. Se pone el casco, pone la moto en marcha y haciendo una infracción da la vuelta, sigue a la ambulancia hasta llegar al hospital.


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