Mara y Pedrito en: LA PERLA

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Era verano, y hacía un calor terrible, demasiado calor para jugar al pilla pilla o al escondite.Mara y Pedrito estaban muy aburridos, así que decidieron ir de aventura. Fueron corriendo al piso más alto de la casa de mara y buscaron una nueva puerta mágica.

Ésta vez la encontraron ¡dentro de la bañera!

Se cogieron de la mano, atravesaron la puerta y se deslizaron por el túnel mágico, que les llevo arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha hasta que ¡ZAS!, aparecieron EN EL FONDO DEL MAR.

-               ¿Pero cómo es posible? – preguntó Pedrito

-               Por eso el túnel mágico es mágico – contestó Mara – Nunca sabes dónde te llevará. Ahora tendremos que buscar en el fondo del mar un misterio o un problema que resolver.

Mara y Pedrito estuvieron buceando por el fondo del mar, era maravilloso, vieron peces de colores, caballitos de mar, corales, barcos hundidos y un montón de cosas hasta que se les acercó un pez espada y les dijo: - ¿pero qué hacéis aquí? , vais a llegar tarde a la reunión, ¡daos prisa!

-               ¿Reunión?, ¿qué reunión? – preguntó Pedrito.

-               No tengo ni idea – contestó Mara, pero es mejor que sigamos a los peces, todos van en la misma dirección y parece que tienen prisa.

Estuvieron siguiendo a los peces, que se dirigían a unas rocas enormes, pero los peces eran muy buenos nadadores, y Mara y Pedrito iban mucho más lentos. Iban a llegar tarde a la extraña reunión. Pero un delfín se acercó a ellos y les dijo: - Hola amigos, soy el delfín Pepín, y veo que os cuesta llegar a la reunión. ¿Queréis cogeros a mis aletas y yo os llevo más rápido?

-Eso sería estupendo – dijo Mara- Nosotros somos Mara y Pedrito, los más valientes y los más aventureros, resolvemos problemas y misterios.

-¡Qué bien! – Exclamó Pepín. – Pues aquí hay un problema, y de los gordos. Por eso es la reunión. Veréis: En lo más profundo del mar, hay una gran perla que da luz en la oscuridad, pone el agua calentita cuando hace frio, y fresquita cuando hace calor, pero nos la han robado, y sin la perla, la vida en el fondo del mar se acabará. Por eso, la Gran Tortuga, que es el animal más viejo y más sabio, ha convocado una reunión con todos los animales del fmar, para buscar una solución. –

- La verdad es que sí que es un problema de los gordos, pero no os preocupéis, hemos venido de muy lejos para ayudaros. – dijo Pedrito.

Cuando por fin llegaron a la reunión, ya había empezado y, todos los peces estaban muy tristes. Algunos estaban muy enfadados, otros no paraban de llorar. Era una gran tragedia.

-               ¿Qué podemos hacer Gran Tortuga? – preguntó un caballito de mar

-               Pues vamos y nos comemos a los ladrones – Dijo un tiburón muy enfadado

-               Podríamos ir a casa de los ladrones y quitarles la perla mientras duermen – dijo un pez de colores.

-               Eso es imposible – contestó una medusa – Los ladrones son humanos, y viven en la superficie. Nosotros, los peces no podemos salir del agua, no podríamos quitarles la Perla.

-               Vosotros no podéis salir del agua, pero nosotros sí. – Dijo Mara en voz alta.

-               ¿Y quiénes sois vosotros? ¿qué hacen dos pequeños humanos aquí? ¡Fuera! ¡Marchaos ahora mismo! – Gritó la medusa muy enfadada.

-               ¡No! ¡No!, son amigos míos, han venido desde muy lejos para ayudarnos – dijo el delfín Pepín.

-               ¿Y cómo podrían ayudarnos a recuperar la perla dos pequeños humanos? – preguntó la gran tortuga.

-               Si dejáis que Mara piense un poco, se le ocurrirá una solución – dijo Pedrito.

Mara se sentó encima de un coral y se puso a pensar.De repente, Mara dio un salto y gritó: - ¡Ya lo tengo! Tengo la solución para recuperar la perla. 

Todos los peces se acercaron a Mara para escuchar su plan.

-A ver, sabéis quiénes son los ladrones y dónde está su casa ¿verdad?. Pues bien, necesitaré la ayuda de Pepín, del pez sierra y de los cangrejos.

Lo que haremos es lo siguiente: los cangrejos llevarán muchas monedas de oro de los barcos hundidos y las dejarán en un montón debajo de la casa de los ladrones. Pedrito llamará a su puerta diciendo que ha encontrado un gran tesoro y que necesita ayuda para sacarlo. Como los ladrones serán muy avariciosos, se tirarán al agua para coger el tesoro. Mientras, yo entraré en su casa y recuperaré la Perla Maravillosa.

-               ¿Y yo que tengo que hacer? – preguntó el pez sierra.

-               Pues tú harás un agujero debajo de la casa de los ladrones, justo donde está el cofre con sus tesoros. Así, cada vez que echen una moneda al cofre, volverá a caer al fondo del mar junto a las demás. Siempre estarán sacando las mismas monedas sin saberlo, y nunca más os molestarán. – Le dijo Mara.

Y así, siguiendo el plan de Mara, los cangrejos dejaron un buen montón de monedas de oro debajo de la casa de los ladrones, el pez sierra hizo un agujero justo debajo del cofre de los tesoros de los ladrones, y Pedrito llamó a la puerta con 5 monedas de oro en sus brazos.

-               ¿Pueden ayudarme?, he encontrado un gran tesoro bajo el agua pero no puedo sacarlo yo solo – dijo pedrito

-               ¡Aparta pequeñajo! – Gritó uno de los ladrones – El tesoro será para nosotros solos –

Los ladrones se lanzaron al agua en busca de las monedas, mientras tanto, Mara entró en su casa y recuperó la Perla Maravillosa. Antes de que los ladrones salieran del agua con las primeras monedas, Mara y Pedrito ya se habían echado al agua donde les esperaba el delfín Pepín para llevarlos rápidamente a las grandes rocas del fondo del mar.

Cuando el delfín y los dos niños llegaron a la reunión con la Perla Maravillosa, todos los peces gritaron de alegría. Mara dejo la Perla en su sitio y ésta empezó a brillar y a iluminarlo todo.

La vida volvió al fondo del mar, y los peces hicieron una gran fiesta marina donde Mara y Pedrito fueron los invitados de honor.

¿ Y qué pasó con los malvados ladrones? Pues se quedaron para siempre sacando las mismas monedas una y otra vez y no volvieron a molestar a los animales del mar.

Cuando empezó a hacerse de noche, Mara y Pedrito buscaron sin éxito una puerta mágica que les llevara de regreso a Casa. Al final, la gran tortuga les dijo que no necesitaban ninguna puerta mágica, sólo tenían que poner sus manos sobre la Perla Maravillosa y cerrar los ojos. Pronto estarían de vuelta.

Cerraron los ojos y en un momento estaban otra vez en el túnel mágico, que les llevó arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha hasta que ¡ZAS!, aparecieron en la bañera de Mara.

Habían vivido otra increíble aventura

                                   FIN


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