La primera vez... con mi amigo

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Era una lastima que a los veinte años, una mujer razonablemente atractiva se encontrara incapaz de resolver el problema de su virginidad, pero así era. Y tenía que cambiar esa situación o perdería su credibilidad con las colegialas adolecentes a las que debería asesorar. Además deseaba la experiencia del sexo. Se moría por experimentarlo.

Objetivo primero : Encontrar un candidato experto que quiera desflorarme.
Objetivo segundo: Hacer jurar al candidato secreto absoluto.
Objetivo tercero: Hacerlo.

Sé que mi amigo me ayudaría a encontralo... Resumiendo todo... fuimos a un bar y se lo dije, el se quedo boquiabierto. Después de pensarlo y pensarlo me dijo yo seré ese chico. Yo quede impactada pero no sería tan avergonzante.

Esperamos un tiempo para ver si estabamos seguros y fuimos a dar un "paseo" en su auto me llevo a un lugar íncreible se podian ver todas las estrellas. él bajo del auto y puso una manta en la parte trasera y depués fue por mi, me rodeó el cuello con los brazos y él me dejó acomodarme con un movimiento sensual y lento. El calor me asaltó al sentir la fricción de su cuerpo contra el mio como una sensual caricia. Al final, mis pies descansaron en el suelo y lanse  un suspiro. Me mantuvo abrazada y bajó la vista hacia mi.

Me Atrajo con un brazo por la cintura, me apartó el pelo con suavidad de la cara con la otra mano.
Yo ya había visto aquella parte tierna de él, sobre todo con los animales. Esa caricia sensual no iba destinada a tranquilizarme, sino a excitarme. Y lo estaba consiguiendo de forma admirable.
Estaba temblando tanto, que me pregunte si conseguiría mantenerme en pie. Agarro mi pera acercandola más hacia el, nuestros labios rozaron. Me aprete más hacia él y gemi con suavidad. Empezo a desabrocharme el vestido, deslizo con cuidado un tirante entre sus dedos arrastrando el vestido hasta exponer mis senos, lo bajo hasta mi cintura. Dibujó una aureola en mi  pezón haciendo que se erizara aún más... Inspirando jadeante,  bajó la cabeza y se metió el pezón en la boca.

Me retorci sobre la manta, la falda se deslizó hacia arriba. O quizá él la hubiera subido con aquella manera tan sutil que tenía de despojarme de la ropa. Entonces, deslizó la mano entre mis muslos apretándome contra la seda mojada de mis bragas. Deslizó la mano por la cinturilla de mis bragas. Cuando senti sus dedos deslizarse por mis húmedos mechones, di un respingo. Empece a temblar gemí cuando la presión me hizo insoportable y el cuerpo se me arqueó y tembló bajo su mano.

Ya casi lo había liberado del confinamiento de los vaqueros, lo que dejaba sólo el algodón de sus calzoncillos entre él y el paraíso. Sólo la consideración contenía su urgente necesidad, se los saque de un solo tiron. Le dije que se recostara y él obedecio. Le rodie el miembro con una sola mano, cerró ojos y apretó los dientes. Me incline y emepece a usar la lengua. Explore la punta cpn dedos ardientes. Me agache y pase la lengua por donde antes habían acariciado mis dedos


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