KUCHI KUCHI KOMPUTAZIONAL

Por
Enviado el , clasificado en Humor
2256 visitas

Marcar como relato favorito

       Ha habido dos momentos absolutamente históricos en el programa de búsqueda de vida inteligente en el espacio, o SETI ( Search For Extraterrestrial Intelligence, búsqueda de Inteligencia Extraterrestre). 

Uno de ellos ocurrió el quince de Agosto de 1977, a las 23:16 en Ohio. En esa noche de verano las antenas captaron la ya archifamosa señal WOW!. 

Era una señal de radio de origen desconocido que duró exactamente setenta y dos segundos. Alcanzó una intensidad treinta veces superior al ruido de fondo. Provenía de algún lugar en la Constelación de Sagitario. 6EQUJ5. Esa fue la seña que recibió y anotó Jerry Ehman, el becario, anonadado.

Esta emisión cambió el mundo, nuestra forma de entenderlo, así como nuestro futuro y como lo afrontamos.

El segundo momento absolutamente histórico en la vida del programa SETI ocurrió antesdeayer. No ha cambiado la vida de nadie, excepto de Steve Smith, el operador de radio encargado de las transmisiones y de revisar los registros computerizados.

Ha ocurrido así;

La sala de control, un hervidero llena de gente, excitada, corriendo, móviles en mano. Literalmente cientos de pantalla de ordenador muestran la misma imagen, un código binario. Se oyen por todas partes conversaciones en las que sale la palabra “WOW!!” constantemente.

El Observatorio NASA en Arecibo, Puerto Rico, a esas horas se muestra igual de imponente que siempre, la tremenda antena rodeada de árboles, monos, loros, ranas coquí, vegetación tropical. Las torres que la rodean añaden un impresionante contrapunto a la selva.

El motivo de todo este alboroto de científicos es la señal que se ha recibido en esa mañana, a las 12:03. Nadie lo dice en voz alta, pero todos piensan, saben en sus adentros, que ésta vez la señal es buena. Por fin la noticia que el mundo espera. Vida extraterrestre. Una comunicación procedente del espacio exterior que no deja lugar a dudas. 

Un código binario llegado mediante ondas contínuas de radio, la ideal para salvar grandes distancias en el espacio exterior. Es ésta que reproducimos abajo;

10010011 01000011 01110101 01100011 01101000 01101001 00100000 01100011 01110101 01100011 01101000 01101001 00101100 00100000 01110011 01101111 01111001 00100000 01111001 01101111 00101100 01110010 01100101 01100011 01110101 01100101 01110010 01100100 01100001 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01110100 01101001 01100101 01101110 01100101 01110011 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 00100000 01110000 01100001 01110011 01100001 01110010 00100000 01110000 01101111 01110010 00100000 01101100 01100001 00100000 01110100 01101001 01100101 01101110 01100100 01100001 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01101110 01101111 00100000 01110100 01100101 01101110 01100111 01101111 00100000 01110000 01100001 01101110 00100000 01110000 01100001 01110010 01100001 00100000 01101100 01100001 00100000 01100011 01101111 01101101 01101001 01100100 01100001 00100000 01100101 01101000 00111111 00100000 10111111 01000001 00100000 01110001 01110101 11101001 00100000 01101000 01101111 01110010 01100001 00100000 01101100 01101100 01100101 01100111 01100001 01110011 00111111 00100000 10111111 01001110 01101111 00100000 01110100 01100101 00100000 01110001 01110101 01100101 01100100 01100001 01110010 11100001 01110011 00100000 01100100 01100101 00100000 01100011 01100001 11110001 01100001 01110011 00100000 01100011 01101111 01101110 00100000 01101100 01101111 01110011 00100000 01100001 01101101 01101001 01100111 01101111 01110011 00100000 01101111 01110100 01110010 01100001 00100000 01110110 01100101 01111010 00100000 01101110 01101111 00111111 00100000 01010011 01101001 01100101 01101101 01110000 01110010 01100101 00100000 01101001 01100111 01110101 01100001 01101100 00101100 00100000 01101000 01100001 01111001 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01110110 01100101 01110010 00101110 00101110 00101110 01111001 00100000 01100101 01110011 01110100 01101111 01111001 00100000 01101000 01100001 01110010 01110100 01100001 00100000 01100100 01100101 00100000 01110010 01100101 01100011 01101111 01100111 01100101 01110010 01110100 01100101 00100000 01101100 01101111 01110011 00100000 01100011 01100001 01101100 01100011 01100101 01110100 01101001 01101110 01100101 01110011 00100000 01100100 01100101 01101100 00100000 01110011 01110101 01100101 01101100 01101111 00101100 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01101000 01100001 01111001 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01110110 01100101 01110010 00100000 01110001 01110101 11101001 00100000 01100101 01100100 01100001 01100100 00100000 01111001 00100000 01110100 01101111 01100100 01100001 01110110 11101101 01100001 00100000 01100011 01101111 01101110 00100000 01100101 01110011 01100001 01110011 00101110 00101110 00101110 01001110 01100001 01100100 01100001 00101100 00100000 01101100 01101100 11100001 01101101 01100001 01101101 01100101 00100000 01110011 01101001 00100000 01110100 01100101 00100000 01110010 01100101 01110100 01110010 01100001 01110011 01100001 01110011 00101100 00100000 10111111 01010110 01100001 01101100 01100101 00111111 00100000 10010011 00001101 00001010

El operario Steve Smith, de Indiana, a punto de retirarse, y con el único aliciente de salir a pescar con su hijo que vive en Chicago, observa, como todos, ansioso las pantallas.

A Steve le conocen sus compañeros como el Cuchi-cuchi,  debido a ser el mote que su mujer, gran admiradora de Charo, la Cuchi-Cuchi Girl, le suelta constantemente. Son famosas las llamadas de teléfono de su mujer con esa voz chillona y mandona: “Cuchi-cuchi esto, cuchi-cuchi lo otro” y varios bromistas le han puesto a veces el altavoz a la comunicación del teléfono interno, para descojone de los allí presentes.

Esto ha dado lugar a que Steve en repetidas ocasiones corte a su mujer. Más tarde la llama desde el móvil, a solas, desde la barandilla que da a las antenas. Eso a ella no le gusta. No entiende que alguien se avergüence de la famosísima estrella de la televisión americana de los cincuenta, Charo, la cuchi-cuchi girl, la más insigne representante de la remota región española de Murcia, llegada a Hollywood de manos de Xavier Cugat. ¿O quizá es de ella de quién siente vergüenza su marido? Da igual, le cabrea. Y se lo  deja clarito, clarito al papanatas de marido que tiene.

Steve se concentra , debería tener el corazón alocado como todos allí pero él no se altera fácilmente, y observa la pantalla principal. Son muchos años de educar la paciencia y el hacer como que atiende. Aunque ahora sí presta atención a los monitores de la pared principal. Allí el potente ordenador trabaja con millones de logaritmos para lograr descifrar el significado de la comunicación que cambiará el curso de la Historia con mayúsculas. Steve espera mientras mastica un sándwich de mantequilla de cacahuete. No suele impacientarse, o al menos no muestra emociones externas. Su mote anterior era El Oso.

Por fin, a las 14:26 hora de Arecibo, los ordenadores muestran en sus pantallas la traducción a Español (Inglés en el original) del código binario. Es éste;

“Cuchi cuchi, soy yo, recuerda que tienes que  pasar por la tienda que no tengo pan para la comida ¿eh? ¿A qué hora llegas? ¿No te quedarás de cañas con los amigos otra vez ,no? Siempre igual, hay que ver...y estoy harta de recogerte los calcetines del suelo, que hay que ver qué edad y todavía con esas...Nada, llámame si te retrasas, ¿Vale?”.

Cincuenta y ocho segundos pasan de silencio sepulcral. 

Durante  estos cincuenta y ocho fatídicos segundos, toda la sala observa a Steven H. Smith. Nadie mueve un hombro. 

Steve, balbuceando, intenta hablar, dar una explicación. El sándwich de mantequilla de cacahuete se le ha caído desparramado en  los pantalones, dejando un rastro en la panza. Su superior, Halman B. Goode, le corta, susurrándole muy, muuuy despacio, casi inaudible: 

- “Cállese. Y sígame por favor”.

Mientras Steve se levanta,  el sr. Goode, casi como si se olvidara, adelanta un dedo hacia la mesa de Smith y comenta:

- “ ¡Ah! , no olvide recoger sus cosas. Todas".


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed