EL FUTURO SERÁ MEJOR MAÑANA

Por
Enviado el , clasificado en Varios / otros
1391 visitas

Marcar como relato favorito

Me sorprendió enormemente ver a Charlie tan enfadado y gritando a esa chica. Era la nueva secretaría, aún no había podido hablar con ella, mi miró de reojo mientras se iba entre confusa y asustada de la mesa de Charlie. Me acerqué a verlo y parecía nervioso, incluso derramó algo de café mientras acercaba la taza a sus labios. Me miró, su mirada parecía delatar arrepentimiento, o era lo que yo deseaba que delatara…Le di una palmada en la espalda, era mi amigo, y me fui. También quise hablar con la secretaría, me acerque y le dije que le disculpara, que había pasado una situación personal difícil y estaba pasándolo mal. Por cierto, me llamo Mario. De sus carnosos labios salió un susurro apenas audible que decía: Diana, gracias.

Una semana después del incidente aún no había conseguido hablar con Diana, parecía tímida, intentaba pasar desapercibida. En aquel momento no pudo, salió del baño corriendo, incluso rompiendo el tacón de su zapato, estuvo a punto de caer. No fui el único que gritó su nombre, pero no paró, únicamente me miró fijamente con una cara aterrorizada que empezaba a llenarse de lágrimas. Todos nos miramos extrañados, mientras Pablo nos dijo que él se encargaba. Yo volvía a mi mesa cuando oí una música desconocida que salía del móvil de Charlie, él no estaba en su mesa. No era su tono habitual, me acerque curioso y vi que lo llamaba un tal Rudo, no paraba de sonar. Bajo su móvil había una tarjeta de TattoS, no sabía que Charlie quería hacerse un tatuaje…me entristecí de pensar que desconocía cosas de él, quizás no estaba apoyándole lo necesario tras su ruptura con Verónica. Cogí su anillo, que estaba junto a esa tarjeta, dentro había una inscripción, apenas se podía leer: “El futuro será mejor mañana. AH”. Mi cara debió palidecer, noté que casi me desmayaba…deje el anillo y vi como Charlie me miraba saliendo del baño, me sonrió, yo no hice lo propio…mi corazón latía muy rápido, quizás demasiado. Intenté tranquilizarme en mi mesa, mientras recordaba la única discusión que tuve un día con Charlie, la inmigración…si, debí echarme las manos a la cabeza con la frase: los putos moros, pero desgraciadamente esa frase se oye tantas veces y en tanta gente…

Poco sabía de Diana, la chica que había salido despavorida hacía un rato, pero si sabía que era colombiana. Ahora ya sabía otra cosa, que había sido acosada por un nazi, que además fue mi amigo. No sólo maldije a Charlie por eso, también por haber descuidado a Ana por estar más tiempo con él. Cogí mi móvil con mi mano aún temblorosa y la llamé, fue la primera vez que le dije: Te quiero.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed